Época:
Inicio: Año 1800
Fin: Año 1900

Siguientes:
Goya, la eclosión del genio
Vicente López y su época
El clasicismo académico
El Neoclasicismo
El romanticismo
Las novedades en España
La pintura de género y el retrato
La pintura de historia
El impresionismo

(C) Enrique Arias Anglés



Comentario

La invasión napoleónica de España produjo una transformación en la mentalidad y en las circunstancias político-sociales del país, a la que, por supuesto, no fue ajeno el mundo de las artes. De esta distinta situación cultural van a nacer nuevas condiciones para la vida artística, diferentes a las anteriores, que marcarán profundamente el futuro desarrollo de la misma. Así, el dinamismo social del siglo se extiende también a las artes, produciendo una frenética sucesión de movimientos de discurrir, a veces, paralelo y hasta antagónico, que llevan incluso a los artistas a posiciones irreductibles de tipo ideológico. El artista de este siglo viene a ser así un artista comprometido, sobre todo en su primera mitad, cuando la eclosión social, la reacción carlista y el movimiento romántico produzcan mayores arrebatos de tipo político y estético. La revolución burguesa y el liberalismo económico rompen los tradicionales cauces que regían anteriormente el arte, quebrándose los mecenazgos de la Iglesia, la Monarquía y la aristocracia, que vienen a ser sustituidas por el Estado liberal y parlamentario y la burguesía capitalista.
El artista se encuentra por primera vez libre, frente al mercado y la iniciativa individual, lo que transformará radicalmente el papel y significación sociales del arte, su sistema de formación, tutela y producción. Se pierde así la anterior conexión con la necesidad social real, y consecuentemente el subjetivismo anárquico marca al siglo, perdiendo el arte la unidad estética y la continuidad estilística anteriores, acomodándose a sucesivas teorías y radicalismos. Esta complejidad determina el problema de su estructuración. En el fondo, la mayoría de los intentos de clasificación coincide, en lo esencial, con los períodos en que suele dividirse la pintura francesa del siglo XIX, que ha venido a ser paradigmática del siglo, y con los que la escuela española, aparte las lógicas divergencias nacionales, ofrece equivalencias más aproximadas, pudiendo adecuarse a ellos en líneas generales.